Llegado
este punto del curso, me toca realizar un paseo por todos los temas que hemos
ido trabajando, por las experiencias que hemos vivido, por lo que me ha
transmitido y por las reflexiones que me ha suscitado la asignatura de Literatura
Infantil a lo largo de todo el recorrido.
Me
gustaría comenzar este artículo final aclarando qué visión tenía de la
Literatura Infantil para después comprobar en qué aspectos se ha ido
transformando. Soy una persona a la que siempre le ha gustado la Literatura en
general. Si bien es cierto, tuve una etapa de rebeldía en la que la Literatura
solo significaba una “obligación” más impuesta por el sistema educativo en el
que estaba inmersa. Pero después, tuve la suerte de toparme con una gran profesora
de Literatura durante mis últimos años de instituto, qué me hizo recuperar ese
gusto por este apasionante mundo. En lo que se refiere concretamente a la
Literatura Infantil, no tenía muchos conocimientos de la misma; aunque sí podía
recordar con claridad aquellos cuentos que mi madre me contaba o me leía que
tanto, tanto me gustaban y que me hicieron comenzar a amar la Literatura.
De
esta forma, comencé el cuatrimestre: sin ningún conocimiento específico, con
muchas ganas de aprender y con grandes expectativas de lo que me depararía esta
asignatura (¡lo qué hacen los comentarios de los alumnos…!).
Pero…
¿qué he aprendido acerca de la Literatura? (Qué no he aprendido diría yo,
porque vaya asignatura tan completa…).
En
el primer bloque, nos adentramos en esta maravillosa asignatura aclarando los
diferentes conceptos. Nos pudimos dar cuenta de que no los teníamos tan claro
como pensábamos. Como que la Literatura Infantil está dirigida de 0 a 12 años.
O… ¿qué es un libro y qué es un cuento? “Ah, ¿que nos son lo mismo?”. Según la
RAE, un cuento es una narración breve de ficción; mientras que el libro es un conjunto
de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman
un volumen. Con otras palabras: el cuento es una historia breve; y el libro, el objeto físico que contiene uno o más
cuentos, ilustraciones…
También
comprendimos la diferencia entre Literatura y Paraliteratura. Mientras que la
primera está creada específicamente para su disfrute; la segunda, tiene una
función didáctica. Me ha sido muy útil distinguir estos conceptos y me ha hecho
darme cuenta de que muchos de los cuentos que yo he considerado literarios
durante mi vida, realmente eran paraliterarios.
Por
otro lado, el recorrido que hemos realizado por la Literatura Infantil me ha
ayudado a comprender los orígenes de la misma y saber por qué hoy es como es.
A
pesar de que ya conocía cómo era cada género Literario, hay puntos clave que me
han aportado conocimientos para mi futuro como docente. Por ejemplo, que los
textos teatrales creados para ser representados evocan la participación en un
espectáculo, para el que debemos tener en cuenta sus dificultades, que los
niños se tienen que enfrentar a un púbico, polo que deben superar sus miedos o
inseguridades.
Los
cuentos de autor centraron nuestra atención. Estos deben estar adaptados a la
psicología del niño: su desarrollo, sus intereses, su vocabulario… Aspectos que
debemos tener en cuenta para la elección de los mismos. Además también son
primordiales otros aspectos para la selección de un libro como su aspecto
externo, sus ilustraciones, su tipografía, su estructura, los personajes que
intervienen… Estos aspectos nos permiten analizar los libros a la perfección,
junto con las indicaciones de los libros según la edad y gracias a la primera
actividad que realizamos, pude aprender a seleccionarlos.
Del
segundo bloque destacaría las características de la literatura folclórica: el
anonimato, la oralidad y la multiplicidad de variantes. Creo que como futura
maestra debo tener muy en cuenta la segunda de ellas: la literatura folclórica
está para ser contada o cantada de forma oral.
De
este bloque también llamó mucho mi atención que aquellos cuentos que tienen
moraleja, se convierten en textos paraliterarios. Además de la recomendación de
no moralizar a los niños ni explicarles el cuento, ya que bajo mi punto de
vista, los cuentos folclóricos pueden ser una oportunidad para que ellos mismos
reflexionen y saquen sus propias conclusiones. Si les damos una explicación
cerrada estaremos cerrándoles las puertas a desarrollar su propio pensamiento.
Por
otra parte, al igual que ocurre con los cuentos de autor, debemos saber
escogerlos. Para ello es imprescindible tener en cuenta el desarrollo evolutivo
de los niños y sus intereses, al igual que he indicado en el apartado anterior.
También podemos adaptar un cuento folclórico a las edades de los niños, teniendo siempre presente qué
aspectos resultan fundamentales y cuál es el esquema que sigue la historia. La
actividad que realizamos en este bloque fue exactamente esa, y con ello pude
“ponerme a prueba” para saber cómo adaptar estos cuentos en un futuro y qué
debo mejorar.
En
definitiva, emplear literatura folclórica en clase nos hace heredar la cultura
que se ha ido transmitiendo año tras año, y creo que es una experiencia muy
interesante el continuar con esta tradición oral que no debemos perder. El
vínculo que la literatura folclórica establece con el niño gracias a la
comunicación de tú a tú es una oportunidad para que comiencen a encontrar ese
gusto por este mundo. La magia de los cuentos de hace tantos años puede
convertir la hora del cuento en un momento extraordinario. Personalmente, nunca
me había interesado este tipo de literatura, pero con los cuentos que nos narró
Irune en clase, disfruté y pude coger ese gustillo… ¡Si hasta me entraron ganas
de leer el libro de 101 cuentos para poder aprender nuevos cuentos y luego
contarlos en mi clase!
El
tercer bloque fue el que más me gustó, hablaba de la hora del cuento. Es un
momento que recuerdo disfrutar de pequeña y aprender ahora las diferentes
técnicas es genial. En un principio me costó un poco diferenciar algunas, pero
después lo interioricé a la perfección.
El
cuentacuentos se emplea con cuentos folclóricos. Esta técnica es perfecta para
que los niños den rienda suelta su creatividad, para que imaginen cómo son los
lugares y los personajes. Esto hace que cada niño tenga una imagen propia de
cada cuento.
En
la narración con libro, el cuento es contado con el apoyo de las imágenes del
libro. El narrador puede ir narrando la historia con el apoyo de las
ilustraciones. Hay libros creados específicamente para ello y en mi opinión, lo
bueno de esta técnica es que el cuento siempre tendrá la esencia propia del maestro
que lo narra.
La
lectura del libro es una técnica que puede ser adecuada cuando el texto del
libro tiene una belleza literaria propia que si fuese contado perdería. Además
pienso que la lectura es un ejemplo para que los niños se inicien a ella y
despertemos sus ganas de querer aprender a leer.
Pero
personalmente, una de mis técnicas favoritas es la narración dramatizada. Se
trata de hacer la hora del cuento más dinámica y de hacerles partícipes de la
propia historia sintiéndose los protagonistas. Creo que es una técnica a la que
sacaré mucho partido en un futuro. Como crítica a la actividad que realizamos
me gustaría indicar que eché en falta esta técnica, aunque entiendo que el
tiempo y el espacio del que gozábamos no era el idóneo para haberla llevado a
cabo.
El
cuarto bloque hablaba de estrategias para la creación literaria con y para
niños. Es un bloque muy práctico para nuestro futuro profesional. En la ESO,
una de mis clases de lengua y literatura estaba semanalmente pensada para la creación
literaria, es por esto que muchas de estas técnicas ya las conocía. Otras me
parecen muy útiles y buenas para desarrollar la creatividad y la capacidad de
creación de los niños. –Son actividades que pienso que les motivarán y que al
menos una vez a la semana podría emplear en el aula. Además las clases de este
bloque fueron muy divertidas, ¿y qué mejor manera de aprender que haciéndolo tú
mismo? Por ello, la actividad del bloque fue fantástica, aunque una vez más
eché de menos que esta asignatura fuese anual para poder realizar más de estas
técnicas en clase.
Y
por último llegamos al quinto bloque: la biblioteca de aula y la animación a la
lectura. Este bloque es perfecto para poner en práctica todos los conocimientos
que hemos ido adquiriendo a lo largo del resto de bloques. De este bloque he
aprendido la importancia de crear un espacio con un diseño atractivo y unos
contenidos específicos que no escapen a las exigencias del grupo del aula en
que te encuentres trabajando. Es unido a unas actividades de animación a la
lectura específicas, motivará a los niños a encontrar el amor a la literatura.
Además,
me gustaría destacar la actividad de este bloque. El trabajar en grupo en un
“proyecto” que nos entusiasmaba y el compartir las mismas inquietudes, ha dado
por resultado la satisfacción de crear un espacio mágico. Con esta actividad he
podido fantasear sobre cómo será mi futura biblioteca de aula. He podido
compartir conocimientos y experiencias con mis compañeros. Y he podido asentar
los contenido de la asignatura, resolviendo aquellas dudas que se me planteaban
y que no había aclarado en el resto de bloque.
Por
supuesto que estos contenidos que he especificado no son todos los que Irune
nos ha enseñado y yo he aprendido durante el transcurso de la asignatura, pero
creo que resumen algunos de los puntos que han sido y serán claves para mí.
Además, para recordarlos tenemos los apuntes de la asignatura… Yo prefiero
centrarme un poco más en qué es aquello que me llevo de la experiencia de haber
cursado esta asignatura, aquello que no se puede sacar de los apuntes; sino que
es necesario vivirlo, sentirlo en primera persona.
El
día a día ha sido fantástico. Se ha creado un clima en clase de confianza en el
que hemos podido tratar cualquier tema que nos ha ido interesante, a la vez que
hemos ido avanzando en conocimientos, y es que cualquier excusa es buena para
aprender. Esto es lo que me ha hecho disfrutar inmensamente de esta asignatura
y ¿la educación no es eso? Aprender sin darse cuenta, porque cada paso que das
viene acompañado de reflexiones, risas, anécdotas y cuentos, muchos cuentos. Personalmente,
creo que esto es lo que nos ha hecho sacar el máximo partido a esta asignatura.
Cuando
se genera un entorno de aprendizaje idóneo, no tienes más que dejarte llevar. Y
esto ha sido lo que me ha ocurrido durante el cuatrimestre, en el que la asignatura
se me ha pasado volando; y es que ya sabéis lo que dicen, lo bueno vuela, pasa
rápido.
Si
tuviese que poner una pega a la asignatura, sería esa: el tiempo. Creo que es
una asignatura que debería ser mucho más larga, siendo la literatura un punto
clave en nuestro sistema educativo… Sé que aún me quedan muchas cosas que
aprender y me quedo con las ganas de más. Lo que sí tengo claro es que este
solo ha sido el comienzo de aprender acerca del maravilloso mundo de literatura
y que esta asignatura me impulsa a querer formarme más, a investigar, a crear,
experimentar, equivocarme y buscar las soluciones oportunas.
Me
gustaría agradecer a Irune por todo esto. Por transmitirme su pasión por la
literatura, porque solo aquellos profesores que viven lo que están contando son
capaces de llegar a sus alumnos. Y tú Irune, tú lo has hecho. Gracias por tu
entusiasmo, por tu paciencia y por tu comprensión. Gracias por compartir con
nosotros tus conocimientos y tus experiencias. Gracias por no importarte gastar
el tiempo de la clase en aclarar nuestras repetitivas dudas. Gracias por
contarnos cuentos, por hacernos ver la cruda realidad Disney y por aún así,
hacernos disfrutar con tus historias. Gracias por regalarnos tu tiempo, por la
confianza que nos trasmites y el cariño que nos llega a través de tus palabras.
Y gracias por hacernos ver que esto no acaba aquí y que podremos contar contigo
para lo que necesitemos. Yo de “mayor” quiero parecerme un poquito a ti y saber
transmitir a los alumnos de la manera en la que tú lo haces.
Y
para concluir… ¿Qué decir de la implicación que tendrá todo esto en mi futuro
profesional? Aunque algunas cosas ya las he especificado un poco en los
contenidos de la asignatura, esto va más allá. Mi objetivo principal en el futuro
en relación a la literatura es conseguir que lleguen a amarla. Quiero encontrar
el modo de hacerles disfrutar con ella, de que quieran saber más, de que
aprendan conmigo y de que yo aprenda con ellos. Quiero formar un clima de
interés y de motivación. Quiero que me pidan que les cuente cuentos una y otra
vez. Quiero ver esas caras de niños absortos en lo que les estoy contando.
Quiero ver niños que rían por un cuento gracioso, que se sorprendan con las
acciones de los personajes, que se enfaden porque el cuento no acabe como ellos
habían imaginado, que lo vivan. Quiero que los niños imaginen, fantaseen sobre
cómo es esto o aquello, que creen a sus propios personajes en la cabeza y que
luego lo compartamos y juntos podamos describir cómo es el nuestro, y
compararlo con el de los demás. Quiero que los niños en su juego libre deseen
ir al rincón de la lectura. Quiero que los niños se enfaden conmigo porque ese
día no he podido contarles un cuento. Quiero que amen la literatura tanto como
yo. Ayyyy, qué fácil es soñar…
Al
comenzar el blog me preguntaba a qué sabría la Luna. Pues creo que al fin tengo
la respuesta: mi Luna sabe a los sueños que están por cumplir.
:) ¡Qué bonito, Marta! Un artículo estupendo. Si añades bibliografía útil sobre la asignatura que te pueda servir en el futuro, estará aún mejor(busca en el último párrafo sobre el artículo en la guía de trabajo).
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